Desde Londres: Excursión a Canterbury y los Acantilados Blancos de Dover

Aspectos Destacados

• Descubre 2 de los lugares más emblemáticos de Kent en una excursión en grupo reducido
• Explora Canterbury y visita su histórica catedral
• Contempla las vistas panorámicas y da un largo paseo por los Acantilados Blancos de Dover
• Prueba el pescado con patatas fritas en la tradicional ciudad costera de Deal
• Disfruta de la hermosa campiña del "Jardín de Inglaterra"

Descripción

Viaja desde Londres y pasa un día explorando los lugares más destacados de Kent, región conocida como el "Jardín de Inglaterra". Disfruta de un recorrido a ritmo relajado que te deja mucho tiempo para descubrir los dos lugares más emblemáticos de Kent: la ciudad de Canterbury y los Acantilados Blancos de Dover.
Después de salir de Londres, haz la primera parada del día en la histórica ciudad de Canterbury. Allí, descubre una de las iglesias más antiguas de Inglaterra, la catedral de Canterbury, que data del siglo VI y es donde el monje romano Agustín estableció el cristianismo en Gran Bretaña.
Mientras estés en Canterbury, disfruta de tiempo suficiente para visitar la catedral y explorar el corazón del centro de la ciudad, las antiguas murallas y todos los monumentos clave de la ciudad. También se ofrece una visita autoguiada a pie.
A continuación, continúa por la encantadora campiña de Kent hacia la costa para la siguiente parada en la bonita ciudad costera de Deal, donde desembarcó la primera invasión romana en Gran Bretaña hace más de 2.000 años.
Allí, empápate del ambiente del paseo marítimo, explora la pintoresca calle principal y almuerza algo. Tal vez incluso pruebes unas patatas fritas con pescado junto al mar.
Por la tarde, sigue la costa hacia los mundialmente famosos Acantilados Blancos de Dover, uno de los monumentos costeros más emblemáticos de Gran Bretaña. Por el camino, pasa por el Castillo de Dover, una de las fortalezas más grandes e importantes de Gran Bretaña.
Mientras estés en los Acantilados Blancos de Dover, dispondrás de tiempo suficiente para pasear por la cima de los acantilados y admirar las espectaculares vistas antes de regresar a Londres por la tarde.